Así informó en Pekín la prensa estatal, mientras en Lima la presidenta peruana, Dina Boluarte, recibía en el Palacio de Gobierno a Xi, que visita el Perú por tercera vez.
La principal actividad de Xi en el país fue la inauguración del megapuerto de Chancay, a 78 kilómetros de la capital peruana, que espera atraer unos 3.000 millones de euros en inversiones, crear una ruta directa a través del océano Pacífico y ampliar la influencia de Pekín en América Latina.
"Durante esta visita, participaremos juntos en la ceremonia de inauguración virtual del Puerto de Chancay. Este es otro proyecto exitoso de la cooperación sino-peruana y de la Ruta de la Seda", dijo Xi durante el encuentro con Boluarte.
"China -añadió- está dispuesta a cooperar con Perú para que este puerto sea el punto de partida y así crear un nuevo corredor terrestre-marítimo entre China y América Latina y conectar el gran Camino Inca y la Ruta Marítima de la Seda en el siglo XXI".
Con la nueva infraestructura, agregó el líder chino, "abriremos así un camino de felicidad marcado por la prosperidad común para Perú y otros países latinoamericanos', concluyó el presidente chino.
Una vez completado, el puerto de Chancay contará con 15 muelles que lo convertirán en el primero de Sudamérica capaz de albergar buques de transporte demasiado grandes para cruzar el Canal de Panamá.
Desde Pekín, la prensa estatal resaltó la trascendencia de la visita de Xi a Lima, como eje de la "asociación estratégica integral" entre ambos países.
El presidente chino recordó que desde el "establecimiento de relaciones diplomáticas hace 53 años, en particular desde mi primera visita de Estado a Perú en 2016, gracias a los esfuerzos bilaterales conjuntos, la cooperación comercial y de inversión China-Perú ha crecido rápidamente, con beneficios tangibles para los dos pueblos".
Prometió ampliar "las importaciones de productos agrícolas de alta calidad, alentar a las empresas chinas a invertir en Perú y hacer las debidas contribuciones al desarrollo local".
Inaugurado hoy por videoconferencia desde Xi y Boluarte, Chancay, a unos 80 kilómetros al norte de Lima, es el primer puerto de Sudamérica financiado por Pekín, símbolo de su creciente influencia.
El puerto, valorado en 3.500 millones de dólares, será el centro neurálgico del comercio chino mientras se vislumbran escenarios de nuevos enfrentamientos comerciales con Estados Unidos ante el inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
"Estamos siendo testigos del surgimiento de un nuevo canal tierra-mar entre Asia y América Latina en la nueva era", dijo Xi. Perú es el cuarto socio comercial latinoamericano de China, con flujos bilaterales cercanos a los 36.000 millones de dólares en 2023.
Chancay es la última infraestructura construida en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (Bri), la Nueva Ruta de la Seda deseada por Xi para estimular el comercio y aumentar la influencia política de Pekín.
Será un centro estratégico para la importación de productos electrónicos, textiles y otros bienes de consumo asiáticos, y para la exportación de minerales, entre ellos litio y cobre: reducirá el tránsito entre China y Perú en más de 10 días y recortará los costos logísticos en más de un 20%, marginando el peso de Estados Unidos.
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