"Me complace anunciar que la excongresista Tulsi Gabbard se desempeñará como directora de Inteligencia Nacional. Durante más de dos décadas, Tulsi ha luchado por nuestro país y las libertades de los estadounidenses. Como ex candidata presidencial demócrata, cuenta con un amplio apoyo en todos los ámbitos. ¡Ahora es republicana!", subrayó Trump en un comunicado.
"Sé que Tulsi traerá el espíritu que ha distinguido su ilustre carrera a nuestra comunidad de inteligencia", agregó en el comunicado.
Gabbard se postuló para la presidencia en 2020 y en el pasado ha sido implicada por rumores, nunca probados, de que estuvo bajo la posible influencia del Kremlin y que amplificó la propaganda rusa.
Gabbard, que sirvió en la Guardia Nacional del Ejército de Hawái y fue desplegada en Irak con una unidad médica, ha criticada durante mucho tiempo la política exterior de los Estados Unidos calificándola de imperialista.
También ha criticado duramente a Trump en el pasado por su enfoque de Oriente Medio durante su primer mandato presidencial, describiéndolo como "peligroso".
Como directora de inteligencia nacional, un puesto creado a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, Gabbard supervisará a 18 agencias de inteligencia con un presupuesto de alrededor de 70 mil millones de dólares. Además, servirá como asesora principal del presidente en asuntos de inteligencia.
Primero tendrá que ser confirmada por el Senado, donde los republicanos tendrán la mayoría a partir de enero.
En sus declaraciones públicas, Gabbard a menudo ha estado en desacuerdo con las evaluaciones de la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos. Si se confirma, lo más probable es que su mandato esté marcado por enfrentamientos con analistas del gobierno que ven al gobierno del presidente ruso Vladimir Putin como el principal proveedor de desinformación diseñada para sembrar divisiones en los Estados Unidos.
Los legisladores indignados acusaron a Gabbard hace dos años de hacerse eco de la propaganda rusa después de que publicara un vídeo en las redes sociales afirmando "el hecho innegable" de los supuestos laboratorios biológicos financiados por los Estados Unidos en toda Ucrania.
Los gobiernos de Ucrania y de los Estados Unidos, así como investigadores independientes, han dicho que no hay evidencia de la afirmación, que se originó en Moscú.
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