La presencia de Argentina en la Santa Sede estaba en la agenda del nuevo canciller Gerardo Werthein, pero por diferencias en la reciente cumbre del G20 se habrían alterado los planes, lo que se suma al posicionamiento opuesto de Milei y Francisco por el conflicto en Medio Oriente, adelantaron fuentes a Infobae.
La relación entre el gobierno y el Vaticano está a punto de volver a deteriorarse. Esta vez, como corolario del reciente cruce que Milei y Boric mantuvieron durante la semana en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, en la que manifestaron sus divergencias sobre el posicionamiento ideológico de ambos países en el tablero global, escribió el portal.
Es la segunda vez que delegaciones de Argentina y Chile se enfrentan, pues lo mismo ocurrió por el cambio climático en la cumbre de Bakú.
Milei -revelaron fuentes diplomáticas- instruyó al empresario ahora jefe de la diplomacia argentina Werthein a dejar sin definición su participación en la audiencia del próximo lunes, organizada por la Santa Sede por los 40 años de la firma del tratado de paz con Chile tras el conflicto por el Canal de Beagle, resuelto gracias a la mediación de Juan Pablo II en 1984.
En la Santa Sede había recibido confirmación de la presencia de Werthein junto a la de su colega chileno Alberto van Klaveren, para la celebración que será encabezada por el Papa.
Incluso, dijeron fuentes de la Cancillería argentina, Francisco había guardado un lugar en su agenda para entrevistarse a solas, y por separado, con ambos cancilleres, en la mañana italiana del lunes 25, antes de la celebración vaticana.
El miércoles pasado Pablo Beltramino, embajador argentino ante la Santa Sede, recibió información desde Buenos Aires que puso en duda el viaje del canciller.
ANSA pudo saber que la Cancillería argentina trabaja en el asunto. Muchos de los hombres de carrera de ese ministerio consideran que la ausencia de Werthein "sería un desplante fatal" al Papa y también al cardenal Pietro Parolin, secretario de estado Vaticano, organizador de la celebración.
El vínculo entre Francisco y Milei empezó mal después de que el presidente lo criticara en durísimos términos durante la campaña electoral y lo tratara de "representante del maligno en la tierra" y que era "comunista".
Empero, una vez electo, el jefe de Estado y el Papa tuvieron su primera comunicación telefónica amable. En febrero, Milei voló al Vaticano y se reunió por primera vez con el sumo pontífice durante más de una hora, un encuentro a solas con sonrisas y abrazos. Todo eso impulsó la posibilidad de un viaje a la Argentina que el propio Francisco alimentó con sus declaraciones.
El Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile fue firmado el 29 de noviembre de 1984 en la Ciudad del Vaticano.
Este acuerdo puso fin al conflicto del canal de Beagle -un diferendo de límites en el extremo sur de ambos países-, que estuvo a punto de desencadenar una guerra entre ambos países en diciembre de 1978, cuando en las dos naciones gobernaban dictaduras.
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