El líder ultraliberal enumeró una serie de "batallas" que considera lo unen a la premier italiana.
"Frente a las escleróticas organizaciones internacionales -dijo- defendemos la soberanía de nuestras naciones, frente a las infinitas regulaciones que intentan dictar el modo de vivir de cada ciudadano, queremos recuperar la libertad, frente a la plaga de la criminalidad organizada, comprendemos que la solución es ser despiadados con el crimen y apoyar nuestras fuerzas de seguridad, en cambio, de excusar a los criminales como hacen otros".
Y prosiguió: "frente a la ideología de género -casi de moda en Occidente en la última década- respaldamos el respeto al derecho a la vida y la defensa de la familia como elemento central de la sociedad, frente la enfermedad del alma, que es el virus de la ideología 'woke', pedimos restablecer el buen sentido y retornar a los valores compartidos por la gran mayoría de los ciudadanos del mundo occidental, valores -entre otros- en gran parte forjados en la Antigua Roma".
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