El lago italiano más grande alcanzó su nivel más bajo desde 1953 y ahora está a solo 45,8 centímetros por encima del cero hidrométrico, es decir, la cuota sobre el nivel medio del mar establecida como referencia convencional para esta cuenca, frente a una media de 109 centímetros en los últimos 70 años. Así lo indican los datos del satélite Sentinel-2, dentro del Observatorio Europeo sobre la Sequía del programa Copernicus, gestionado por la Comisión Europea y la Agencia Espacial Europea. El lago de Garda es un reservorio de agua dulce fundamental y su descenso ahora pone en riesgo su capacidad para sustentar la agricultura, las comunidades locales, el turismo y la navegación.