"Escribir sobre un papel que arde", así describía el realizador italiano Pier Paolo Pasolini (1922-1975) el lenguaje cinematográfico, del cual él fue un connotado representante.
Con motivo de los 100 años de su natalicio, en diferentes partes el mundo se conmemora a quien fue además un destacado intelectual, escritor, poeta, director y pintor del siglo XX.
En esa línea, el Instituto Italiano de Cultura en Chile (IIC) decidió dedicar tres meses de eventos presenciales para redescubrir y profundizar el legado cultural que dejó Pasolini y la importancia que sigue teniendo hoy en el panorama cultural de todo el mundo.
Así nació PASOLINI 100 en Chile donde se exalta la obra de un autor que utilizó infinitas formas de expresar una visión del mundo que aún nos pertenece.
Hoy, en la Cineteca Nacional de Chile (ubicada en el subterráneo del palacio de gobierno de La Moneda) parte la exhibición de seis de sus filmes, en idioma original y con subtítulos en español, que han sido restauradas por la Cineteca di Bologna. Se trata de La Ricotta (1962); Accattone (1961); Mamma Roma (1962); Il Vangelo Secondo Matteo (1964); Comizi d'amore (1965); y Uccellacci e Uccellini (1966).
"Así como en otros ámbitos creativos, la trayectoria cinematográfica de Pasolini evoluciona de una manera tal que se hace difícil etiquetarla dentro de un 'género', una 'corriente' o una 'escuela' particular, aun así se configura como generadora de controversias", señaló Cristina Di Giorgio, directora de IIC Santiago.
Explicó que con la muestra cinematográfica organizada en colaboración con la Cineteca Nacional, "nuestra intención es exactamente la de sumergirnos en la obra pasoliniana disfrutando de sus aspectos multifacéticos tanto desde un punto de vista conceptual como estético y de lenguaje, manteniendo vivo aquel debate intelectual sobre su figura única e irremplazable".
Además de su destacada carrera como novelista y poeta, Pasolini es señalado como uno los directores más significativos de la 'tercera generación' del cine italiano (heredera de la 'primera generación' de realizadores neorrealistas y de la 'segunda' con directores como (Federico) Fellini y (Michelangelo) Antonioni, entre otros). Se trata de una figura central en la cultura italiana posguerra, tanto por su actividad artística, como por su presencia en el debate ideológico: un intelectual polifacético que estuvo siempre en el medio de polémicas.
"Nos sentimos muy honrados como Cineteca en recibir esta muestra de uno de los grandes maestros del cine mundial, cuya obra sigue repercutiendo hoy, influenciando a las nuevas generaciones. Su fuerza está en un cine siempre crítico y valiente frente a su contexto, buscando formas nuevas que volvieran al espectador en un actor activo frente a la pantalla.
Esperamos que en esos días nuevos espectadores lo descubran en nuestra sala", valoró Marcelo Morales, director de Cineteca Nacional de Chile.
El centro ideológico de toda la actividad de Pasolini puede identificarse en una crítica radical marxista, aunque profundamente humana y religiosa, de la sociedad consumista que se afirmó en Italia a partir de los años 60. Según el director, en ella se llevó a cabo el genocidio criminal de la cultura campesina y subproletaria, depositaria de valores antitéticos al individualismo de la modernidad burguesa.
Sin embargo, paralelamente a los aspectos de la polémica sociológica, la producción literaria y cinematográfica de Pasolini destaca también por las formas estéticas y lingüísticas que se experimentan con inagotable versatilidad.
Por ello, la muestra "Escribir sobre un papel que arde" quiere dar la posibilidad al público chileno de conocer de forma liberada, esas múltiples facetas socioculturales de un intelectual imprescindible tanto para la cultura italiana como mundial, subrayó el IIC.
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