"Tres en la deriva del acto creativo", broche de la inmensa obra de Fernando "Pino" Solanas, fallecido en noviembre de 2020 por coronavirus, tendrá su estreno mundial en la apertura del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que se celebrará del 18 al 28 de noviembre en la ciudad balnearia argentina.
La única muestra clase "A" de América Latina (categoría que comparte con las de Cannes, Venecia y Berlín) tendrá este año una edición mixta (presencial y virtual), con un catálogo más acotado. Se podrá acceder a la programación gratis a través del sitio web oficial del festival.
El año pasado, el festival ofreció una retrospectiva dedicada a Solanas, que había fallecido pocos días antes del inicio. A modo de corolario presenta ahora este documental póstumo -podrá verse en el sitio del festival desde el 18 al 21 de noviembre y tendrá su estreno comercial el 9 de diciembre- en el que explora los misteriosos procesos de la creación junto al dramaturgo y actor Eduardo "Tato" Pavlovsky (1933-2015) y al artista plástico Luis Felipe Noé.
A lo largo de muchos encuentros los tres artistas reflexionan también sobre las crisis, el deseo, el exilio y el compromiso político. La primera reunión, vino mediante, es en la casa atelier de Noé, en San Telmo. Entre anécdotas y recuerdos surgen las primeras coincidencias a la hora de pensar una obra: se fusionan corrientes, estilos y géneros y nunca se da por terminada, ya que se va transformando en el camino.
"Escribo una obra a la vez, pero contiene otras, otros personajes. Entonces, se va agrandando por fuera de la misión central", afirma Pavlovsky en la película.
También Noé coincide en el maravilloso caos de la obra inacabada, cuando dice que al empezar sus pinturas, sin saber bien qué hará, "hay una idea latente de plantear una cosmovisión del mundo" que pueda modificarse más tarde. "Nuestro proceso creativo es lo más opuesto al orden: nuestro trabajo es darle curso" al caos, resume Solanas.
Como indica la voz en off del director de "La hora de los hornos", los tres se habían conocido a fines de los '60, en momentos en que las vanguardias artísticas argentinas resistían dictadura del general Juan Carlos Onganía (1966-1970). Y durante la última dictadura militar (1973-1983) sufrieron el exilio.
Las imágenes rememoran encuentros, no hace tanto tiempo, de Solanas y Noé en París -donde, a fines de los '70, habían compartido muchas experiencias y se hicieron amigos- y en Buenos Aires. También se aprecia una charla de despedida entre el realizador y Pavlovsky, en la casa de este, cuando su salud empezó a decaer.
En la película participan los hijos de los artistas, los cineastas Gaspar Noé y Juan Solanas y el músico Martín Pavlovsky, quienes aportan anécdotas sobre los procesos de creación de sus padres y relatan cómo fueron tomando sus propios caminos, también casi sin proponérselo.
El documental se entrelaza con imágenes de las exposiciones de Noé, de las obras teatrales de Pavlovsky y de los rodajes de Solanas ("La hora de los hornos", "Los hijos de fierro"; "El exilio de Gardel"; "Sur" y "Memoria del saqueo", entre otros), que dan cuenta de la profunda pasión de estos artistas por su trabajo.
Un entusiasmo que en Solanas se palpa intacto en esta última obra, propuesta como una reflexión artística que derivó en una filosófica, pero que también puede ser leída como un celebrado encuentro entre amigos para comer una "picada" y tomar unas copas de vino.
Al fin y al cabo, la película es consecuente con los procesos creativos defendidos por los tres: partió de una idea que se fue transformando en su recorrido. Y tuvo un final inesperado, con la sorpresiva muerte de Solanas.
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