La primera casa romana del escritor y cineasta italiano Pier Paolo Pasolini, un modesto primer piso de 40 metros cuadrados en Ponte Mammolo, la extrema periferia romana, será subastado.
Allí, donde Pasolini aprendió a conocer los pueblos y sus habitantes para no dejarlos más, escribió el primer capítulo de "Ragazzi di Vita", novela de iniciación de su recorrido artístico.
La casa ubicada en via Giovanni Tagliere -dos dormitorios y cocina donde Pasolini se mudó con su madre en 1950- pertenece ahora a un particular y después del tan esperado y naufragado proyecto de convertirla en una Casa Internacional de la Poesía, será ofrecida en una subasta judicial que ciertamente no protegerá su valor cultural e histórico.
Por eso, para defender el valor intangible de esta pequeña "casa pobre, en las afueras, cerca de una prisión", como la describe Pasolini en "Poeta delle ceneri", muchas realidades territoriales, desde el centro popular de San Basilio hasta el Círculo Arci local, lanzaron un petitorio para detener la operación.
"Como realidades territoriales, populares y antifascistas que llevan a cabo proyectos de redención y participación en los barrios de Tiburtina, pedimos que se reconozca el valor histórico de la casa de Pasolini, que cese la subasta y que se inicie un diálogo con nosotros para construir un Museo de Pasolini en el IV Ayuntamiento", explican en el petitorio.
Agregan que "es fundamental reapropiarse de la herencia intelectual de Pasolini para crear un lugar de cultura y poesía en su nombre, y contar toda su historia, no solo los aspectos más personales, para contextualizarla y devolverla con este museo a la comunidad que participó en eso".
"La ocasión del centenario del nacimiento del poeta en 2022 podría ser una excelente oportunidad para poner en marcha este proyecto social y cultural, y creemos que la participación de los habitantes activos de los barrios populares es relevante", sostiene el texto.
También la filial de Roma-Lacio de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) hizo un llamamiento a la Comuna de Roma y a la Región Lacio para que tomen posesión del inmueble.
"La decisión de los propietarios representa la última oportunidad para que las instituciones hagan del patrimonio colectivo un bien de alto valor histórico y cultural. A lo largo de los años, de hecho, hubo propuestas e ideas del Ayuntamiento de Roma, la última en 2013, que nunca vieron la luz", explicó la CGIL.
Agregó que "ahora es el momento de poner en marcha un proyecto para recuperar lo bueno y convertirlo en patrimonio público, insertándolo también en una acción más amplia de regeneración urbana del barrio".
"Estamos convencidos de que hacer del primer departamento de Pasolini un lugar público accesible a las personas, donde se pueda estudiar, acceder a la cultura o realizar actividades creativas y recreativas, puede representar un importante punto de inflexión para el Municipio IV y las personas que allí habitan. En el cuadrante este de la capital, de hecho, estos espacios son raros y muchas veces de carácter privado", señaló el petitorio.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS © Copyright ANSA