La justicia de Turín ha ordenado embargos por valor de 74,8 millones de euros en el marco de una investigación sobre el legado de Gianni Agnelli. La disposición, firmada por un juez de instrucción a petición de la fiscalía regional, corre a cargo de los hermanos John, Lapo y Ginevra Elkann, el contable de la familia Gianluca Ferrero y el notario suizo Urs Von Grunigen.
Se ocupó de eso la unidad de policía económico-financiera de la Guardia di Finanza italiana. El expediente se refiere a los bienes y la sucesión hereditaria de Marella Caracciolo, viuda del abogado, fallecida a los 92 años en febrero de 2019.
La tesis de los fiscales es que al menos desde 2010 la mujer vive permanentemente en Italia, pero que una ficticia residencia fue construida en Suiza para ocultar sus bienes a las autoridades fiscales italianas.
Los delitos hipotéticos son declaración fraudulenta y estafa al Estado. A la suma de 74,8 millones se llegó siguiendo dos caminos. El primero es una supuesta evasión impositiva por aproximadamente 42,8 millones sobre la renta vitalicia que Marella Caracciolo percibía periódicamente (aproximadamente 29 millones entre 2015 y 2019) y sobre rentas de capital (aproximadamente 116 millones) derivadas de actividades financieras fiduciarias con sede en las Bahamas.
El segundo es fruto de los análisis de la herencia, estimada en unos 800 millones de euros: están las acciones de un fondo de inversión luxemburgués, los activos de una empresa luxemburguesa, las divisiones "post mortem" entre herederos de los ejecutivos, obras de arte y joyas consideradas de impresionante valor.
En este caso, teniendo en cuenta el impago del impuesto de sucesiones en Italia, se estaría hablando de impuestos evadidos por valor de unos 32 millones. El equipo jurídico de los hermanos Elkann señala que "el embargo realizado en los últimos días es un paso procesal que no implica ninguna valoración de la responsabilidad de nuestros clientes". Además, sostienen, "no cumple con los requisitos establecidos por la ley porque, entre otras cosas, nunca ha habido riesgo de dispersión de activos".
Los letrados afirman que "las circunstancias de hecho reconstruidas por la Fiscalía no pueden compartirse y seguimos convencidos de que podemos demostrar que nuestros clientes no estuvieron involucrados en los hechos alegados".
La investigación partió de una denuncia presentada en Turín el 23 de diciembre de 2022 por Margherita Agnelli, hija de Marella y madre de John, Lapo y Ginevra Elkann. Durante décadas, la mujer ha estado librando una dura y variada batalla legal sobre la herencia de su padre y sus consecuencias. En un segundo plano queda el control de diciembre, la caja fuerte familiar de la que dependen todas las empresas del grupo.
Hasta ahora Margherita no ha tenido éxito. Sin embargo, ahora las investigaciones de los fiscales italianos parecen haber confirmado al menos una de sus teorías: la residencia suiza de Marella era falsa. Durante el registro realizado la primavera boreal pasada, se recuperó en el despacho del contable Ferrero un verdadero 'manual', sin fecha y sin firma, sobre todas las precauciones que se deben tomar para hacer creer que la mujer vivía en Suiza.
Y no solo eso. En las últimas semanas, los investigadores habrían reconstruido las actividades de un "family office" al otro lado de la frontera, un pequeño grupo de colaboradores que, siguiendo instrucciones de la familia, se encargaban de todas las tareas en Suiza, desde la recogida de correspondencia hasta las operaciones con cuentas corrientes, para crear la sensación de que vivía allí.
Pero la defensa rechaza esta afirmación. "Marella Caracciolo - dicen - residía en Suiza desde principios de los años setenta, mucho antes de que nacieran los hermanos Elkann, y el deseo de vivir allí nunca disminuyó a lo largo de su vida".
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