Según fuentes del Ministerio de Industria y Comercio Exterior, se baraja la posibilidad de rebajar el impuesto a los productos industrializados (IPI) y liberar parte del Fondo de Garantía de Tiempo de Servicio (FGTS, que protege a los trabajadores despedidos sin justa causa).
"¿Qué pobre puede comprar un auto chico de 90.000 reales (unos 17.000 euros)? Un auto de 90.000 reales no es barato, es para la clase media", dijo Lula el 4 de mayo en Brasilia durante la primera reunión del Consejo de Desarrollo Económico.
El acuerdo de reducción de precios podría ser negociado por el gobierno directamente con algunos fabricantes de automóviles, independientemente de la participación de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea).
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