Juventus y la Federación italiana de fútbol (FIGC) pusieron punto final hoy a la controversia que mantenían al llegar a un acuerdo en relación con el caso de las maniobras relacionadas con el pago de salarios por parte del club turinés.
"Es el mejor resultado para lograr la tranquilidad que necesita el fútbol italiano", resumió el presidente de la FIGC, Gabriele Gravina, al opinar sobre el acuerdo que evitó una nueva batalla legal entre la entidad y el club, que de ese modo no sufrirá ulteriores quitas de puntos como sanción.
El acuerdo con el Tribunal Federal nacional contempla una multa de 718 mil euros para Juventus, cifra que asciende al millón de euros sumando lo que deberán abonar todos los involucrados, y la renuncia de los dirigentes del club a seguir adelante con otro tipo de recursos o apelaciones.
En lo que hace a la justicia deportiva (el caso también se dirime en la justicia penal), este parece ser el punto final al menos en el plano nacional, aunque queda por conocerse aún cuál será la postura de la UEFA a nivel internacional respecto de uno de los tres clubes con los que está enfrentada por la creación de la Superliga europea (junto con Real Madrid y Barcelona).
La definición a nivel local se aceleró en las últimas 24 horas y permitió anticipar hoy la audiencia que estaba prevista para el 15 de junio.
A la cita, que se inició a las 10,30 locales en Via Campania, asistieron el fiscal general Giuseppe Chiné, el presidente del Tribunal Federal, Carlo Sica, y los abogados de Juventus encabezados por el abogado Maurizio Bellacosa.
Después de casi tres horas de audiencia, en las que se dieron a conocer las motivaciones del fallo de la Corte Federal de Apelaciones que le aplicó el 22 de mayo 10 puntos de sanción a Juventus por el caso de las plusvalías, se alcanzó el acuerdo también en lo relativo a las maniobras con los pagos de salarios.
Juventus se comprometió a pagar la multa establecida y a renunciar a todo tipo de apelación, incluidos los dirigentes implicados en esas maniobras, quedando descartado cualquier nuevo recurso ante el Tribunal de Arbitraje regional o ante el Consejo de Estado.
El ex presidente del club Andrea Agnelli fue el único que no suscribió el acuerdo, quien no descartó la posibilidad de apelar y por ese motivo irá a juicio el 15 de junio, salvo que alcance también un acuerdo antes de esa fecha con la justicia deportiva.
Juventus publicó un comunicado en el que reiteró "la corrección de todo lo actuado" y consideró el acuerdo como un acto necesario "en el interés propio y de sus accionistas" para "poner punto final a esta cuestión y superar el estado de tensión e inestabilidad que se generó, permitiéndole así a los dirigentes, al entrenador (Massimiliano Allegri) y al plantel concentrarse específicamente en lo deportivo para programar la próxima temporada".
"El club, aceptó pactar esta sanción en el interés propio y de sus accionistas Lo que no quedó garantizado, como se dijo, es qué postura adoptará la UEFA por lo que el riesgo de que Juventus quede excluida de las Copas europeas sigue siendo alto incluso en las próximas temporadas, más allá de lo que suceda en cancha, donde el equipo de Allegri se jugará las últimas cartas en campo de Udinese buscando la clasificación a la Europa League o, en el peor de los casos, a la Conference League.
Tras anunciarse el acuerdo, las acciones de Juventus en la Bolsa de Valores crecieron un 7 por ciento.
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