"No jugaré en Roland Garros", anunció hoy el español Rafael Nadal, el tenista más laureado del torneo que conquistó en 14 oportunidades y anticipó que, debido a las recurrentes lesiones, la próxima podría ser su última temporada.
En una conferencia de prensa convocada a esos efectos, el oriundo de Manacor confirmó que no defenderá la corona en el Abierto de Francia y no dio precisiones respecto de cuándo se producirá su regreso al circuito, del que está alejado desde hace cuatro meses por lesión.
Su academia de tenis en Mallorca fue escenario del anuncio que muchos anticipaban debido a las dificultades que el campeón de 36 años acusa en su recuperación de aquella lesión en el psoas ilíaco de su pierna izquierda.
Una dolencia que padece desde su derrota frente al estadounidense Mackenzie McDonald en segunda ronda del Abierto de Australia, donde defendía el cetro que volvió a manos del serbio Novak Djokovic, quien de ese modo igualó su récord de 22 títulos en torneos de Grand Slam.
Nadal explicó que se tomará un descanso en los próximos meses, razón por la cual advirtió que no tiene prevista una fecha para su regreso al ruedo, aunque sí anticipó que el 2024 "será mi último año en el tenis".
La baja de Nadal deja abierta la carrera por la sucesión en el trono de Roland Garros, que lo vio reinar en 2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2022.
La ausencia de uno de los más grandes de la historia, si no el mejor sobre polvo de ladrillo, se sentirá en Francia, según advirtió recientemente Djokovic, quien sin Nadal tendrá una buena chance de recuperar el título que logró en 2016 y en 2021 y que se le escapó en otras cuatro finales.
Otro contendiente será el juvenil español Carlos Alcaraz, de 20 años recién cumplidos y quien en el Masters 1000 de Roma se consagró como nuevo número uno, pese a quedar eliminado en tercera ronda, desplazando a un Djokovic que se despidió de la corona en ese torneo en cuartos de final, el miércoles.
"Tengo que regenerar mi cuerpo", explicó Nadal al aludir al descanso que se tomará porque aspira, según dijo, a "jugar la Copa Davis de este año y prepararme para la próxima temporada, que probablemente sea la última de mi carrera".
"Hay cosas que se rigen por el destino y que uno no puede controlar", explicó al destacar que "la lesión que sufrí en Australia no evolucionó como esperaba".
Por ese motivo, es prácticamente un hecho que, además de perderse el Abierto de Francia que se pondrá en marcha el lunes, tampoco esté presente en Wimbledon, tercer Grand Slam del año que se iniciará el 3 de julio.
Roland Garros lo extrañará porque desde que se consagró por primera vez en 2005, nunca antes había faltado a la cita.
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