"Eran otros tiempos", recordó con nostalgia Sergei Palkin, CEO de un Shakthar Donetsk que solía generar temor en sus rivales europeos, al afirmar que la FIFA terminó perjudicando a los clubes ucranianos ya golpeados por efecto de la guerra con Rusia.
En una entrevista con ANSA, Palkin explicó que la entidad que preside Gianni Infantino incrementó el daño que sufren los equipos de su país al permitir que los futbolistas bajo contrato puedan acordar con otros clubes para escapar del conflicto armado.
Por ese motivo, dijo haber acudido al qatarí Nasser Al Khelaifi, presidente del París Saint-Germain y de la Asociación de Clubes Europeos (ECA), para pedirle ayuda y respaldo porque considera que esa entidad "puede hacer mucho más por nosotros".
Palkin, quien reclama a la FIFA un resarcimiento de 40 millones de euros, afirmó que la entidad y los clubes europeos no sólo se mostraron indiferentes, sino que se aprovecharon de las desgracias de los clubes ucranianos como consecuencia de la guerra.
Debido a eso es que invitó a Al Khelaifi "a presenciar este sábado el partido que jugarán nuestros dos equipos más representativos: Shakthar Donetsk y Dínamo Kiev" y dijo confiar en que el dirigente qatarí "comprenderá la situación y ayudará al fútbol ucraniano".
En diálogo telefónico con ANSA desde Londres, donde encabeza algunas iniciativas para promover la causa ucraniana, Palkin recordó aquellos viejos buenos tiempos en los que Shakthar Donetsk solía asustar a rivales de renombre cuando los enfrentaba por las Copas europeas, gracias a la rica colonia de jugadores brasileños que militaban en sus filas.
Hoy, el club que abandonó en 2014 su sede en una región rica en minería y emigró a la más "segura" Kiev, sufre los efectos de la guerra que, además de provocar el éxodo de sus figuras, generó la pérdida de inversores y patrocinadores.
"El reglamento de la FIFA permitió que nuestros jugadores acordasen libremente con otros clubes, que aprovecharon el contexto para sacar ventaja", destacó Palkin, al afirmar que "ni los clubes europeos, ni la FIFA nos han ayudado y, para ser honesto, eso es algo que resulta vergonzoso".
"La ECA podría hacer mucho más por nosotros", agregó, al destacar que "clubes, federaciones y gobierno ucranianos decidieron en conjunto seguir disputando los campeonatos en medio de la guerra para mostrarle al mundo que el deporte ucraniano sobrevive".
"No jugamos por el resultado deportivo, sino para mandarle un mensaje al mundo del desastre que atraviesa nuestra nación y porque todo el dinero que podríamos ganar lo destinamos a ayudar a los ucranianos que más sufren", completó.
Palkin se refirió también a un debate que excede al fútbol e involucra a otras disciplinas, llegando incluso a generar una polémica relacionada con la eventual presencia de los atletas rusos y bielorrusos en los Juegos Olímpicos de París 2024.
El gobierno de Kiev le prohibió a sus deportistas competir con colegas de esos países, situación que Palkin pretende se traslade "a los europeos, que deberían decidir si están con nosotros o con ellos".
Según el dirigente, "el Mundial de Rusia de 2018 se disputó pese a que ya había enfrentamientos armados en Lugansk y en Donestk" y aseguró que "si en 2014, los estados democráticos hubiesen intervenido en el conflicto, las cosas hoy serían distintas".
Consultado sobre las declaraciones del Comité Olímpico Internacional (COI) respecto de la imposibilidad de marginar de las competencias a los atletas de todos los países que se encuentran actualmente en guerra, Palkin aseguró: "No se puede comparar otros conflictos armados existentes en el planeta con lo que está sucediendo en Ucrania".
"Este es el peor desde la Segunda Guerra Mundial, con miles de personas asesinadas. Rusia nos invadió", destacó, al explicar que tampoco puede compararse la situación de Ucrania con lo que ocurre "entre Israel y Palestina, donde los bombardeos son habituales, pero no son cosa de todos los días".
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