Las tres villas para los Juegos Olímpicos Invernales de Pekín 2022 fueron inauguradas oficialmente a ocho días del inicio de la cita, prevista del 4 al 20 de febrero.
Dos de las sedes que albergarán a los atletas se encuentran en la capital china, mientras que la restante se ubica en Zhangjiakou, a unos 160 kilómetros al noroeste de Pekín.
Las primeras dos estructuras de Chaoyang y Yanqing en Pekín cuentan con un total de casi 3.500 camas, mientras que la otra dispone de 2.800 plazas destinadas a atletas y dirigentes de los equipos.
La Villa Olímpica de Chaoyang fue pensada para recibir especialmente a los atletas que competirán en pruebas de patinaje, curling y hockey sobre hielo, mientras que la de Yanqing alojará a los que participen en bobsleigh, trineo y esquí alpino.
Por último, la de Zhangjiakou, situada a 900 metros sobre el nivel del mar, espera a esquiadores de fondo y biatlón, a competidores de snowboard y a especialistas de salto y freestyle.
Al inicio de la semana arribaron las delegaciones de Suiza, Gran Bretaña, Canadá y Estados Unidos, a las que se sumaron después las de Finlandia, Australia y China.
La apertura oficial de las sedes se concretó el mismo día en que China anunció 23 casos nuevos de coronavirus, con lo cual el total de positivos ya escaló a 129 desde el martes 4.
Pero la gestión de los controles de Covid-19 generó polémica y las autoridades locales rechazaron las dudas transmitidas desde Alemania sobre la posible manipulación de los resultados de los test para impedir que los mejores atletas puedan competir.
El presidente de Snowboarding Germany, Michael Hoelz, reveló sus dudas sobre el sistema y estimó que los resultados de los controles pueden ser manipulados con objetivos antideportivos.
"Se puede confiar en los resultados de los laboratorios", replicó Huang Chun, vicedirector general de la Oficina para la prevención y el control de pandemias del Comité Organizador de Pekín 2022, quien subrayó que los atletas pueden trasladar sus casos al grupo de expertos médicos de la cita.
Los controles diarios, la mayoría de los cuales se lleva a cabo en las Villas Olímpicas, involucran a los atletas inscriptos en las competencias, unos 2.900 (1.100 mujeres) de 91 países, entrenadores, médicos y dirigentes que los acompañan, todos incluidos en la "burbuja" sanitaria.
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