Luz verde para dar vida a IRIDE, la innovadora constelación italiana de satélites para la observación de la Tierra que apunta a ofrecer servicios "on demand" y responder a los pedidos del mercado y de la administración pública.
Se cerró la primera fase del proyecto querido por el gobierno, con 1.070 millones de euros y financiación en el ámbito del Plan Nacional de Reactivación y Resiliencia (PNRR), el próximo objetivo es colocar más de 60 satélites en órbita en 2025 y hacerlos operativos al año siguiente.
"Hoy hacemos realidad el proyecto IRIDE, un resultado que es el primero de las metas establecidas en el PNRR", dijo el ministro para las Empresas y el Made in Italy, con delegación en políticas espaciales y aeroespaciales, Adolfo Urso, en la cita de presentación de la firma de todos los contratos industriales para el desarrollo de IRIDE que tuvo lugar en Frascati (Roma), en la sede del Centro para la Observación de la Tierra (ESRIN) de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Lo que concluyó es la primera fase de uno de los más ambiciosos programas espaciales italianos, una constelación de pequeños y medianos satélites capaces de observar nuestro planeta en multiplicidad de modos, tanto mediante los rangos visibles como en el multiespectral y con el radar, con gran frecuencia y con particular atención al territorio italiano y del Mediterráneo.
"Una constelación de pequeñas constelaciones", cada una especializada en un marco de observación, la definió así Simonetta Cheli, jefa del directorio de la ESA para la Observación de la Tierra.
Nacido en diciembre de 2021, el proyecto fue confiado a la ESA que, con el apoyo de la Agencia Espacial Italiana (ASI), tuvo el encargo de realizarlo a más tardar en 2025, con servicios operativos en 2026.
IRIDE obligó a un gran desafío organizativo para la industria italiana del espacio, con alrededor de un centenar de empresas, entre las cuales muchísimas PYME y los mayores actores nacionales como Leonardo, Thales Alenia Space, Telespazio, Sitael, D-Orbit, Argotech, Avio y una serie de servicios que tomarán forma en el seno de un Market Place realizado bajo la guía de e-Geos (Telespazio-Asi).
IRIDE se articulará con 34 satélites con una opción adicional de otros 35 satélites enteramente realizados por empresas italianas, para poner en órbita en 2025 con Vega C, el cohete europeo que fue desarrollado en Colleferro (Roma).
"Es un programa increíblemente ambicioso, que solo poquísimas naciones en el mundo podían pensar desarrollar porque poquísimas son las naciones que, como Italia, poseen un entero sector para el espacio, de la industria de los sensores a los sistemas satelitales, a los lanzadores, y los servicios de Tierra. Y de estas pocas solo una lo ha hecho: Italia", dijo Guido Levrini, responsable de IRIDE para la ESA.
Para el director de los Programas de la ASI, Roberto Formaro, IRIDE puede ser definida como una constelación "'táctica' porque responde a un 'vacío' de cobertura de las actuales constelaciones satelitales y nace 'on demand', o sea responediendo a las exigencias de los usuarios".
Usuarios que son las administraciones públicas, a partir de los ministerios y los entes de investigación o de tutela del territorio y de los recursos, pero también las pequeñas instituciones, como las regiones, que hoy están poco digitalizadas o poco habituadas a usar los datos satelitales.
"IRIDE no es, por consiguiente, solo un grupo de satélites en órbita, sino incluso -observó- un gran programa cuyo verdadero valor agregado sreán los servicios que nacerán de él".
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