Por Ernesto Pérez
ROMA, 4 (ANSA) - Un hermoso texto teatral del dramaturgo
argentino Jorge Palant, que trata de temas como el perdón, el
olvido y la venganza, "Madre sin pañuelo", tuvo un preestreno en
Roma, en un teatro del activo Centro Cultural Artemisia.
Luego de una premiere en Roma el 3 y el 4 de octubre, tendrá
su estreno oficial, en concomitancia con la Expo de Milán, el 22
y 23 de octubre en el Spazio Mille de esa ciudad, para volver a
Roma, a fin de mes, a un breve ciclo de representaciones. La historia de una madre que no se resigna a ver al asesino
de su hija caminando impune por las calles de Buenos Aires y
medita una venganza a través de un escritor, es interpretada por
una veterana actriz italiana de cine, teatro y televisión, Lydia
Biondi, y por el actor argentino, Fernando Cormick, residente
hace 20 años en Italia. La traducción, literal pero adecuada a la musicalidad del
idioma italiano, es de Daniela Tosco, mientras la dirección de
Giovanni Morassutti evitó la congelación de la acción en la que
hubiera podido caer este radiodrama confiado a solo dos voces,
gracias a imágenes de película y letreros que explican a un
público italiano el drama de los desaparecidos argentinos. La obra está ambientada en un despojado decorado de una
humilde vivienda, con una mesa, dos sillas, un armario con
partituras musicales y un sillón iluminado con una lámpara, que
subraya la ausencia de un padre muerto de dolor. Allí una madre sin pañuelo, que no se resigna a la
injusticia, se encuentra con un escritor, a quien le confía su
amarga impotencia por la impunidad de la que goza el
secuestrador, torturador y asesino de su hija. Incapaz de hacer justicia por su propia mano, la mujer
encontrará por otros caminos la fuerza de vengar la muerte de su
única hija. Lydia Biondi, salida de los grupitos de vanguardia romanos
que hace 40 años renovaron completamente el teatro italiano,
encarna con pasión y exacta mesura el difícil rol de una madre,
vaciada de toda pasión que no sea la de vengar la muerte de su
hija, su marido y de ella misma. A su lado, en lo que es fundamentalmente un simple rol
interlocutor pero al que Palant ha confiado un monólogo de gran
impacto dramático, se luce Fernando Cormick, también él activo
en cine, teatro y televisión en una carrera que abarca ambas
orillas del Atlántico. El joven Morassutti, que se formó en la escuela de excelentes
profesores norteamericanos como Susan y John Strasberg y fue
asistente de grandes nombres del cine y el teatro como Gus Van
Sant y Juan Diego Puerta López, había dirigido a Biondi en "Sola
in casa", de Dino Buzzati, representada en Roma y Nueva York. Con esta obra demuestra su particular don de avivar una
escena claustrofóbica. Palant, psiquiatra además de dramaturgo, borda una original
variante del tema de los desaparecidos y en apenas 45 minutos
agota las posibilidades de un conflicto antiguo y universal.
PN/MRZ
04/10/2015 18:26
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