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Por Mónica Uriel
SAN SEBASTIAN DE LOS REYES, MADRID, 23 (ANSA)- La primera exposición en el mundo sobre espías, servicios secretos y periodistas encubiertos se puede ver estos días en Madrid, donde se muestra, entre otros, el trabajo del periodista español Antonio Salas, infiltrado en campos de ETA y las FARC de Venezuela, dijo el comisario de la exposición, David Castillo.
En la exposición "Infiltrados: Espías, servicios secretos y periodismo encubierto" se pueden contemplar medio millar de piezas, incluyendo armas de espía, equipos de grabación clandestina e intervención de comunicaciones, pasaportes falsos y herramientas de cambio de apariencia donadas por espías y periodistas encubiertos.
En la muestra organizada en San Sebastián de los Reyes (Madrid) está expuesta la pistola alemana Walther PPK, la primera semiautomática muy popular entre los servicios de inteligencia europeos porque podía llevarse con una bala en la recámara sin peligro de disparo accidental, que Ian Fleming hizo mundialmente famosa al convertirla en la pistola del agente 007.
También se pueden ver micrófonos escondidos en relojes, llaveros, mecheros o gafas, y cuchillos ocultos en pintalabios, bolígrafos, llaves o peines.
El repaso a la evolución del espionaje pasa por la grabadora de bobinas soviética Electron 52D y el mítico maletín espía Protona Special -un reloj pulsera esconde un micrófono conectado a la grabadora- con capacidad de grabación de hasta cinco horas, que tuvo su apogeo en la Guerra Fría.
Otras piezas clásicas de la historia del espionaje expuestas son el reloj-cámara espía Ticka Expo y la radio estación clandestina R6, oculta en un maletín de madera y usada por el espionaje japonés para interceptar las comunicaciones estadounidenses.
La exposición muestra las técnicas y armas utilizadas por espías como el español Mikel Lezarza "Lobo", quien se infiltró en los años 70 en el grupo armado separatista vasco ETA y proporcionó la información que hizo posible descabezar a la banda en 1975.
La precursora del periodismo de investigación fue la estadounidense Wellie Bly (1864-1922), quien se infiltró en un asilo psiquiátrico para mujeres haciéndose pasar por una paciente.
En el periodismo infiltrado se destaca Antonio Salas, "el mejor periodista infiltrado que hay en España", dijo a ANSA Castillo.
Salas, de quien se puede ver una cazadora con una cámara de video oculta, estuvo infiltrado un año en un movimiento de skinheads y en campos de Venezuela donde se entrenan miembros de ETA y de las FARC. "Se hizo amigo de Carlos "El chacal", dijo Castillo.
Actualmente "el periodismo de infiltrados está de capa caída en España debido a que la justicia prohibió a los periodistas el uso de cámaras ocultas", señaló.
Por este motivo el último libro de Salas es una novela, "Operación princesa", sobre la trata de blancas, ya que no pudo utilizar cámaras.
Castillo apuntó la "relación estrecha entre periodistas y agentes de servicios secretos. Los periodistas investigan a los agentes secretos y los agentes a su vez investigan a los periodistas pero de forma ilegal, pues introducen cámaras y micrófonos ocultos en sus casas".
23/11/2014 16:37
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